Las orquídeas son plantas exóticas que producen bellas flores. La phalaenopsis (más conocida como orquídea alevilla u orquídea mariposa) es la variedad más común, pero existen muchas especies distintas de orquídeas. Con los cuidados adecuados, la mayoría de ellas florecerán al menos una vez por año. Si bien cada especie tiene requerimientos ligeramente distintos para desarrollarse y florecer, los factores de crecimiento son siempre los mismos: luz, temperatura, agua, sustrato y humedad. Si adaptas el ambiente a tu especie de orquídea en particular y le proporcionas algunos estímulos estacionales, podrás hacer que tu planta florezca sin problemas.
1
Crear el ambiente de crecimiento adecuado
- 1Asegúrate de que la intensidad de la luz sea la adecuada para la especie que utilices. Existen numerosas especies de orquídeas, pero las orquídeas mariposa (phalaenopsis) son las más populares y las más fáciles de cultivar.[1] Estas se venden en la mayoría de las floristerías y los viveros. Son felices si las colocas en ventanas soleadas, puesto que les encanta la luz brillante, pero no la luz solar directa.[2]
- Algunas variedades menos conocidas poseen distintas necesidades en cuanto a la exposición a la luz. Por ejemplo, la zapatilla de dama (paphiopedilum) y la miltonia detestan la luz directa. Una ventana orientada hacia el norte es un excelente lugar para ellas.
- En cambio, las cattleyas, las dendrobium, las oncidium y las cymbidium requieren mucha exposición a la luz solar para desarrollarse. Por eso lo mejor es colocar estas especies en una ventana orientada hacia el sur o hacia el oeste.[3]
- 2Bríndale la cantidad adecuada de agua. A la orquídea phalaenopsis le gusta que la rieguen una vez a la semana durante su periodo de inactividad (cuando no crece ni florece) y dos veces a la semana durante el periodo de crecimiento activo. Prefiere mantenerse seca entre cada riego. Esto implica que solo debes regarla cuando el sustrato (que, por lo general, es una mezcla de corteza de pino con buen drenaje) se vea seco o, de lo contrario, la planta podría morir.[4] Si el sustrato luce húmedo, aún es muy pronto para volver a regarla.
- Asegúrate de que la maceta donde coloques la orquídea tenga agujeros de drenaje. Las orquídeas no crecen bien cuando se asientan en agua.
- Riega la orquídea a primeras horas de la mañana.[5]
- Debes regar la mayoría de las orquídeas de interiores cada 5 a 12 días, en función de la especie y la estación:[6]
- La vanda y la ascocenda necesitan el mismo riego que la phalaenopsis.
- A las variedades paphiopedilum, miltonia, cymbidium y odontoglossum les gusta mantenerse húmedas todo el tiempo.
- La cattleya, la oncidium, la brassia y la dendrobium requieren mantenerse húmedas durante el periodo de crecimiento activo. En los demás periodos, es mejor mantenerlas secas entre cada riego.
- 3Mantén un ambiente húmedo. Dado que la mayoría de las orquídeas son plantas tropicales, estas prefieren un nivel de humedad que de seguro no encuentran en una sala común y corriente.[7] Durante el invierno, el nivel de humedad promedio de una casa es del 30 %. A la phalaenopsis le gusta una humedad de 40 a 70 %.[8] La mayor parte de las demás especies requieren entre el 60 y 80 % de humedad. Al ajustar la humedad en función de la especie que posees, le permitirás crecer mejor. Si reúnes tus plantas en una misma zona de cultivo, crearás un ambiente húmedo.
- Considera comprar un humidificador para los meses de invierno. También puedes conseguir bandejas especiales en la mayoría de los viveros para ayudar a crear un ambiente húmedo alrededor de la orquídea.
- No obstante, evita colocar la orquídea en un baño, ya que este ambiente es demasiado húmedo. Solo asegúrate de tenerla en una ventana que reciba abundante luz, pero no luz solar directa.[9]
2
Estimular el florecimiento
- 1Considera la posibilidad de usar luces de espectro total. Cuando una orquídea se rehúsa a florecer, esto suele deberse a que no recibe suficiente luz. Si no puedes brindarle la cantidad adecuada de luz natural, instala luces de espectro total en tu casa. Dichas luces están disponibles en los viveros o en tiendas virtuales.[10]
- Puedes encontrarlas en distintos tamaños y formas que se adaptan a cualquier espacio de tu casa.
- También puedes ajustar la iluminación según las necesidades de tu variedad de orquídea.
- 2Usa un fertilizante diseñado especialmente para las orquídeas. Alimentar a tu orquídea con el fertilizante adecuado puede estimular un crecimiento más rápido y un florecimiento temprano.[11] Busca un producto que contenga nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), además de algunos oligoelementos como el hierro. Siempre lee y sigue con cuidado las instrucciones del producto. No olvides regar bien las orquídeas antes de fertilizarlas.[12]
- Ciertos tipos de fertilizante para orquídeas son granulados o secos. En este caso, debes disolverlos en agua antes de usarlos.
- El fertilizante seco viene muy concentrado. Nunca lo apliques directamente en la planta. Una vez que hayas disuelto en agua el fertilizante granulado, viértelo en la planta.
- 3Fertiliza la planta una vez por mes durante la temporada de crecimiento activo.En general, esta temporada dura de marzo a noviembre. No apliques el fertilizante entre mediados de diciembre y mediados de febrero. Si aplicas menos que lo indicado, el crecimiento de la planta se retrasará y no florecerá. Si lo aplicas con más frecuencia, corres el riesgo de quemar las raíces y las hojas, lo que impedirá que la orquídea florezca.[13]
- Lee atentamente las instrucciones de tu fertilizante, ya que podría haber una ligera diferencia de un producto a otro.
- Recuerda fertilizar la orquídea justo después de que las flores se marchiten para estimular la aparición de más flores. Vuelve a fertilizar cuando surjan y empiecen a crecer nuevas hojas o brotes.
- 4Reduce la temperatura en 10 grados durante la noche. La orquídea mariposa (phalaenopsis) es sensible a la temperatura. En la naturaleza, sus flores aparecen con la llegada del otoño y las temperaturas disminuyen en la noche.[14] Si la orquídea (aún si está en interiores) no pasa por un periodo de noches más frías, es posible que no produzca brotes o flores. Si la tienes en una ventana, es probable que esté expuesta en cierta medida a los descensos naturales de temperatura del exterior. Sin embargo, esto podría resultar insuficiente para que florezca. Para remediarlo, baja el termostato en 10 grados antes de irte a dormir cada noche.[15]
- Después de 1 o 2 semanas de temperaturas nocturnas más bajas, la orquídea empezará a florecer, siempre y cuando sea el momento adecuado de su periodo de crecimiento.
- En el caso de la phalaenopsis, necesita una temperatura de 15,5 °C (60 °F) en la noche y de 25 °C (80 °F) en el día.
- 5Ventila el área donde mantienes a la orquídea. El aire añejo y seco evitará que la orquídea florezca. Las orquídeas crecen bien en un ambiente donde el aire fresco y húmedo circula libremente. Si bien es necesario tener un ambiente húmedo, este también puede perjudicar a tu planta si no está bien ventilado. Asegúrate de que el aire circundante sea fresco al abrir las ventanas o instalar un ventilador encendido a un nivel bajo.
3
Diagnosticar tu orquídea
- 1Presta atención a la estación. Cada especie de orquídea tiene su propia temporada de crecimiento, el periodo del año en que esta florece de forma natural. Si en la actualidad no es su temporada de crecimiento, no va a florecer. La mayor parte de las orquídeas (entre ellas la phalaenopsis) producen nuevas hojas durante los meses de verano. Las espigas y los capullos aparecen a finales del otoño y poco tiempo después estos florecen hasta la primavera. Por lo general, la temporada de florecimiento termina a mediados de febrero.[16]
- La phalaenopsis florece normalmente una vez al año y las flores pueden durar varios meses.
- Cuando las flores caen, es posible que nazcan más flores en la misma espiga, pero esto no siempre es así.
- 2Verifica el color de la hoja. Si la orquídea no florece, esto casi siempre se debe a que no recibe suficiente luz. Una de las mejores formas de determinar si la orquídea recibe una cantidad suficiente de luz es verificar el color de la hoja. Una orquídea sana con una cantidad adecuada de exposición a la luz solar debe tener hojas de color verde claro. Si las hojas son de color verde oscuro, significa que la orquídea no recibe suficiente luz. Trasládala a un lugar más iluminado como, por ejemplo, una ventana orientada hacia el sur. Si las hojas son entre verdes y rojizas, la orquídea está expuesta a mucha luz. Trasládala a una zona menos soleada, por ejemplo, una ventana orientada hacia el este o hacia el norte.[17]
- Si colocas la phalaenopsis en una ventana orientada hacia el sur, es probable que necesites filtrar la luz con una cortina o una persiana. A la mayoría de estas plantas les gusta mucha luz, pero no de forma directa.[18]
- 3Observa los tallos y las hojas en busca de signos de deshidratación. Si los tallos y las hojas se ven marchitos o arrugados, es evidente que la orquídea necesita más agua. Siempre debes regarla más seguido cuando florece de forma activa.[19] Durante su periodo de inactividad (cuando no produce flores), riégala una vez a la semana. Durante su periodo de florecimiento activo, riégala dos veces a la semana.
- Aumenta el riego cuando aparezcan nuevos brotes y raíces en tu orquídea.
- El exceso de agua puede matarla rápidamente. Nunca la dejes en una maceta encharcada.[20]
- 4Evalúa el sustrato. La mayoría de las orquídeas (incluida la phalaenopsis) no crecen en una tierra normal. Necesitan un sustrato que les garantice un drenaje rápido del agua y una buena circulación del aire. El sustrato más popular para la mayoría de las orquídeas mariposa es una mezcla de corteza de pino (también llamada pepitas de corteza de pino) con buen drenaje. Si no puedes identificar en qué sustrato se encuentra tu planta, trasládala a una maceta con corteza de pino.[21]
- Si el sustrato no permite un buen drenaje y una adecuada circulación del aire, la orquídea se asfixiará y morirá.
- La mayor parte de las orquídeas también crecen en turba, raíces secas de helechos, musgo esfagno, lana de roca, perlita, corcho triturado, piedras, fibra de coco, piedras de lava o una combinación de varios de estos materiales.